La Terminal de Pago para ti
Muchos medios, activistas y agencias defensoras de los Derechos Humanos han señalado hasta el cansancio los problemas que afrontan las mujeres en México y el mundo. Desafortunadamente, ellas deben enfrentarse a una sociedad que ha construido prejuicios y estereotipos que, no sólo las limitan para acceder a la educación y oportunidades laborales, sino también se usan para justificar violencia económica, psicológica, sexual y física.
La violencia contra la mujer es un problema que rebasa fronteras y, además, suele ser mucho más severa en niveles socioeconómicos bajos, para las comunidades indígenas, afrodescendientes y transgénero.
Para resolver un problema de esta magnitud se necesita el trabajo colaborativo entre muchos sectores de la sociedad, así como espacios de análisis e intercambio de experiencias.
Por ello, para promover este diálogo y conmemorar el 25 de noviembre, el Día Internacional de la Violencia contra las Mujeres, Clip organizó el panel: “Autonomía económica para eliminar la violencia contra las mujeres”
Este espacio fue moderado por Nat Ferriz, fundadora de Lead It, una consultora que apoya a negocios. Como invitadas del panel se presentaron: Emilia Flores, fundadora de Chiwik una cooperativa de mujeres indígenas artesanas, Carolina Maldonado, coordinadora del programa de Economías Inclusivas de OXFAM México y Miriam Dávila, directora de People Management en Clip.
Cifras y causas del problema
Nat, a manera de introducción, explicó que Latinoamérica tardó 40 años en reconocer y conmemorar este día. Esto refleja lo difícil que ha sido visibilizar a pesar de que se trata de un problema con cifras preocupantes:
De acuerdo a la ONU, 1 de cada 3 mujeres en todo el mundo ha sido violentada física o sexualmente por parte de su pareja sentimental.
También de acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), México es uno de los 14 países con mayor número de feminicidios. De hecho, las dolorosas cifras oficiales señalan que en nuestro país 9 mujeres son asesinadas diariamente.
Posteriormente, Carolina Maldonado señaló que los días internacionales sirven para compartir experiencias de mujeres que buscan las soluciones a este problema desde diferentes trincheras. Por supuesto, no se trata de encapsular estos esfuerzos a un solo día, sino que perduren a lo largo de todo el año porque estamos hablando de una problemática incesante.
Después, Emilia señaló que la base del problema son los estereotipos machistas que borran y menosprecian el trabajo de las mujeres porque "son el sexo débil, deben servir al hombre, no saben hacer negocios, etc."
Emilia también señaló que su comunidad de mujeres indígenas macehuales usan su lengua materna para nombrar el enojo, las luchas de poder y finalmente las agresiones físicas, económicas y psicológicas etc.
¿Qué es la violencia económica?
Lamentablemente los estereotipos, no solo se reducen a un tema a "lo que piensa la gente", sino que se traducen a acciones como no permitirle a una mujer que trabaje o no permitirle que sea dueña de sus ingresos económicos porque el hombre debe ser el proveedor. Estas situaciones específicas son los ejemplos más claros cuando se habla de violencia económica.
Por ello, parte de las soluciones son los espacios de diálogo pues sirven para comprender la base del problema y proponer soluciones, que aunque no resuelvan el conflicto de la noche a la mañana, ayudan a dar pasos en la dirección correcta.
Emprendimiento para la autonomía económica
La organización de redes de mujeres, promueve el empoderamiento y en algunos casos esto conlleva al emprendimiento. Esto es lo que pasó con Chiwik, la cooperativa que Emilia fundó para distribuir y vender el trabajo de las artesanas. Con ello las participantes obtienen independencia económica, lo que a su vez le permite liberarse de espacios inseguros para ellas.
"¿El dinero es poder? No. El dinero es libertad de decisión y cambiar de rumbo" Nat Ferriz
Ante esta premisa, Miriam Dávila de Clip, señaló que el emprendimiento podría jugar un papel importante en la disminución de la violencia de la mujer, pues permite autonomía.
De hecho, los Censos Económicos 2019 señalan que uno de cada tres establecimientos con menos de 100 personas ocupadas tiene como dueña a una mujer.
Posterior a este comentario, Miriam Dávila señaló que los lectores de tarjeta Clip, facilitan indirectamente a este empoderamiento pues facilitan el acceso a herramientas de negocio con mayor simplicidad, en comparación con las opciones tradicionales.
Por último, Emilia señaló que en el caso de la organización emprendedora que dirige actualmente es un proceso de lucha (interna y externa) es constante pero que va liberando a las mujeres paulatinamente.
Por su parte, Carolina añadió que desde OXFAM México el empoderamiento económico también existe un componente desde la parte personal de cada mujer, pues el primer paso es cuestionar los estereotipos que las limitan o señalan. En un segundo nivel existe el agrupamiento para fortalecer sus medios de vida (algo con lo que OXFAM México trabaja constantemente) y así tender puentes entre los distintos sectores.
En conclusión, es importante que a la hora que se hable de mujeres, en espacios públicos o privados, es importante reconocer las luchas que hemos mencionado; pues esto ayuda a generar soluciones de empoderamiento más completas y por lo tanto a promover la equidad.
