La Terminal de Pago para ti
La educación financiera nos facilita desarrollar habilidades que sean útiles en el día a día: presupuestar los gastos de la casa, identificar la tarjeta de crédito más barata, saber que seguros contratar, contar con un ahorro para enfrentar imprevistos y preparar nuestro retiro, entre otras situaciones.
Los productos y servicios financieros están cada vez más presentes en nuestra vida diaria. Por lo que, los avances en la tecnología hacen posible que las instituciones financieras puedan ofrecer sus productos y servicios de diversas maneras y con alcance a más mexicanos, incluso en lugares lejanos.
No obstante, de poco sirve el acceso a estos servicios si se desconoce su uso. Incluso usar irresponsablemente productos financieros sin saber cómo hacerlo podría dañar las finanzas del hogar. Así que al tiempo que estos servicios llegan a la población, también debe llegar el conocimiento para administrar, incrementar y proteger su dinero y patrimonio, así como tomar decisiones adecuadas sobre su economía.
¿Qué significa tener conocimientos financieros?
Es poder entender conocimientos básicos de tu día a día de procesos financieros, que van desde el ahorro, pasando por la inversión y crédito. Así podrás contestar preguntas como ¿cuánto dinero estás generando?, ¿cómo pedir dinero prestado?, ¿cómo gastar sabiamente?, ¿cómo ahorrar? Si puedes contestar esto, entonces conoces lo básico de educación financiera.
Si no supiste cómo resolver estas interrogantes, quédate a leer lo siguiente para entenderlas y aprovecharlas al máximo en tu negocio y tus finanzas personales. Así que empecemos por cuatro conceptos básicos:
Presupuesto
Lo básico de todas tus actividades financieras es conocer cuáles son tus ingresos, si estar percibiendo un salario, tienes que conocer cuánto recibes de forma libre y sin impuestos. Cuánto estás obteniendo en ganancias y quizá te pueda ayudar revisar tus estados de cuenta bancarios, conocer tus ingresos y gastos.
Mantén este registro durante un tiempo e identificarás gastos fijos (aquellos que si los dejas de hacer podría afectar directamente en tu negocio) y gastos variables (que a veces se hacen y muchos de ellos resultan innecesarios). Con esto podrás tener claro de qué gastos puedes prescindir en tu día a día.
Con el registro de esa información, podrás crear tu presupuesto: crear en un documento (ya sea virtual o físico) para definir cuánto vas a gastar y en qué lo harás. Pero lo más complicado es aplicarlo, por lo que tendrás que revisar cada cierto tiempo si estás cumpliendo con tus gastos, si te pasaste y en dónde tienes que corregir para utilizar tu dinero correctamente.
De esta manera simple y clara puedes establecer un presupuesto funcional y no simplemente algo que quedará como adorno.
Ahorro
Tener un ahorro, es parte fundamental de alguien con educación financiera, ya que puede servir para estar prevenido ante cualquier emergencia o utilizarlo para cubrir alguna necesidad extraordinaria, por ello, aunque parezca algo obvio, ahorrar es para las personas que tienen una gran inteligencia financiera.
Si no ves la manera de ahorrar, algo que podrías hacer es destinar un porcentaje o cantidad definido a una cuenta de ahorro, así nunca podrás verlo de forma tangible en tus manos o cuenta bancaria.
Lo ideal es que esta cantidad esté en una cuenta separada, en la que no puedas tener acceso de manera tan sencilla e incluso que pertenezca a un instrumento de inversión para que quede fuera de tu vista. La idea es que si no lo tienes disponible, no te lo puedes gastar.
Algo importante, es que ahorrar no es tener dinero en una caja fuerte, alcancía ni abajo del colchón, estos escenarios no son nada saludables porque no son seguros, siempre puedes acceder a él y no generan algún tipo de rendimiento. Lo mejor para ahorrar es crear una cuenta de ahorro o un instrumento de inversión para recibir siempre tu dinero. Lo que nos lleva el siguiente punto.
Inversión
Un error común es creer que necesitas una gran cantidad de dinero para invertir, esto es falso porque en muchos países existen alternativas que van desde un dólar. Este tipo de inversiones quizá no te den las mayores ganancias, pero te pueden ayudar a aprender cómo, cuándo y cuándo invertir.
Lo más importante para una estrategia de inversión es conocer cuáles son tus metas, porque si ya sabes para qué necesitas tu dinero, entonces entenderás el plazo para invertir y así definir el nivel de riesgo y el instrumento necesario para comenzar tu inversión.
Básicamente los instrumentos funcionan así: a mayor riesgo, mayor ganancia y al contrario, a menor riesgo, menor ganancia. Entonces qué te conviene más: vivir más riesgos y ganar más o esperar mucho y ganar poco pero de manera segura. Es por ello, que es importante conocer tus metas con esas ganancias.
Los expertos te recomendarán que inviertas en ambos productos, así tendrás una ganancia segura y “arriesgarte” con un producto de mayores ganancias, por si este falla, entonces tienes ganancias aseguradas con el otro. Eso sí, el seguro es a largo plazo y el de mayor riesgo es a corto.
Crédito
Si estás por iniciar un negocio, el financiamiento es una de las opciones para poder emprender y tener más dinero. Aunque tener dinero propio siempre será la mejor opción, muchas veces no lo tenemos y es ahí donde tienes que recurrir a los préstamos.
Pero antes de que te decidas por el que te presta más, tienes que evaluar muy bien qué tipo de préstamo te conviene. Es decir, tienes que cotizar y comparar con las distintas instituciones financieras, bancos, casas de préstamo, entidades financieras, prestamistas y todo lo que se te cruce en tu camino.
Una vez hecho esto, examina los costos y beneficios, evalúa tus necesidades y ve descartando aquello que consideres que no vas a utilizar.
Recopila la información suficiente, infórmate sobre las características que ofrecen, lee a detalle todos los documentos antes de firmar y presta atención a las tasas de interés (en cada banco hay variaciones a diario) consulta los gastos asociados a tu crédito como gastos notariales, impuestos, escrituras y todo lo que te costará.
Algo que debes tener en cuenta es el periodo a pagar tu crédito, y entiende cuánto de tus pagos se van a capital para disminuir tu deuda y cuánto se va a intereses (así que si solo estás pagando intereses, tu deuda tardará en desaparecer).
Verifica que puedas pagar por adelantado ya que algunos bancos e instituciones financieras penalizan esto y te cobran una comisión por hacerlo. Examina qué pasará si por alguna razón te atrasas en tus pagos.
Pregunta sin miedo, hasta el más mínimo detalle, entiende los derechos y obligaciones que adquieres al firmar el documento. Nunca te comprometas sin antes haber leído y comprender el contenido. Esto aplica tanto a préstamos como a tarjetas de crédito.
En un crédito o préstamo piensa que el dinero no es tuyo y cada que lo utilices tendrás que pagarlo con intereses.
Autoridades financieras
También es importante identificar y conocer el papel de las autoridades financieras para saber a cuál recurrir en caso de que sea necesario. Esto debido a que son las responsables de supervisar a las instituciones que brindan servicios financieros a los mexicanos.
Las autoridades financieras que existen en nuestro país son:
Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)
Es la encargada de recaudar impuestos conforme a lo aprobado por el Congreso (Cámara de Diputados y Senadores). Además distribuye el presupuesto entre las diversas Secretarías, dependencias del gobierno, organismos descentralizados, estados y municipios, conforme lo aprueban los diputados
Banco de México (Banxico)
Es el único responsable de producir billetes y monedas en el país. Vela por el poder adquisitivo de nuestra moneda: el peso. También vigila que el peso mexicano se mantenga estable y trata de evitar las depreciaciones abruptas de la moneda.
Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV)
Autoriza y vigila a los Bancos, las Cajas de ahorro y Cooperativas, entre otras instituciones, para que mantengan sanas sus finanzas y hagan buen uso de los ahorros de las personas, además cuida la forma en la que otorgan créditos.
Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar)
Vigila a las Afores, que administran el dinero que los trabajadores tienen en sus cuentas de ahorro para el retiro. Supervisa que estas compañías inviertan correctamente ese dinero para hacerlo crecer.
Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef)
Desarrolla productos y herramientas que apoyan, asesoran y orientan a los usuarios de servicios financieros. Atiende las quejas de las personas respecto a las instituciones financieras. Obliga a estas últimas a transparentar sus productos en un ambiente de competencia.
Instituto para la Protección de Ahorro Bancario (IPAB)
Protege, a través de un seguro de depósito, el dinero que los ahorradores depositan en los Bancos. Este seguro actúa en caso de que el Banco llegara a tener problemas financieros. Incluso si el Banco quebrara, el IPAB se encargaría de que los ahorradores recuperaran un determinado monto de su dinero.
Conclusión
La educación financiera no es un lujo, es una necesidad. Comprender la administración del dinero te ayudará a mantener el control de tus finanzas. Lo ideal es que, con una buena educación financiera, tengas confianza en la administración de tu dinero a tal grado que deje de ser una preocupación y así se convierta en un trabajo automático.